Thursday, September 28, 2006

Sicomoro.

Largo el camino, el sol pesando toneladas sobre su espalda, así lo sentía y lo creía el. Después de tres meses de ardua campaña, el asedio, para el, parecía haber quedado atrás.

Finalmente aquel andar a lomo de caballo, las carreras en su propio pie, las cargas y las retiradas se verían suspendidas, finalizadas.

Al pie de la imponente muralla que resguardaba el castillo de Avanthe, había iniciado su ultimo dia en el asedio, por lo menos para el. Ahora se encontraba recostado a la sombra del viejo sicomoro que tanto le había gustado cuando el y los de su tropa habían llegado al valle que se extendía al poniente de la amurallada ciudad.

Recordaba como le había parecido tan fuera de lugar un árbol como ese, solitario como todos los de su especie, altivo, nunca formando un bosque. Independiente y suficiente a si mismo. Y el en medio de tanto, un enjambre de lanzas, armaduras, armas de todo tipo empujando la escaramuza alrededor de ese viejo ermitaño que no se inmutaba al paso de los caballos, caballerangos, ruedas y calzas acorazadas de los soldados de a pie.

Y hoy, en esa tarde volvía a pasar junto al sicomoro cuando decidió recostarse junto a el… entendiendo su altivez, su aparente soledad y suficiencia. Esa fortaleza que el obtenía a cada gota de sangre que dejaba su cuerpo. A cada momento en que su aliento se escapaba siendo canal de su alma a través de las ramas del sicomoro, que atendiendo al llamado de esa alma, mecía sus ramas y esparcía su espíritu para por fin... pasar por encima de la muralla que había venido a conquistar.

Monday, September 25, 2006

La copa...

Miraba a través de su copa. Cómo tratando de indagar algo del más allá, lo que fuera… sentía el frío que se escapaba del cristal al contacto de sus cálidos dedos.

Veía el horizonte rosado sobre la rojiza superficie de su chileno acompañante al anochecer en aquella barra en la penumbra. Todavía con los vapores de ese líquido en su paladar, atisbaba a través de su copa.

Extraía de su memoria las lecciones que aquel viejo amigo había compartido, con algo de jactancia, con ese abrazo silencioso que sólo un padre sabe dar a su hijo; “…ve el rojo, sus diferentes matices en cada rincón de la copa, observa la glamorosa y pausada caricia de las gotas regresando a su seno… percibe la madera y el polvo que se esconden en su aroma…” .

Se esforzaba en desentrañar el secreto que el viñador había escondido en el mosto y que había cifrado en aquella pequeña copa, que poco a poco iba quedando vacía.

Levantaba la copa, a veces planeado, a veces de sorpresa, tratando de tomar desprevenida su esencia.

Fue en una de esas ocasiones –como suele pasar-, cuando la levantó sin pensar, con el reflejo de hacerlo sin más, sin buscar el cuerpo, el tono, el aroma… cuando descubrió el secreto que había estado ahí desde un principio, dándole un sabor, definiendo su esencia… descubrió la razón de ser de aquella copa en aquel lugar y en ese preciso momento… sonrió a la copa y ésta le devolvió la sonrisa, la miró y … se miró.

Se miró a sí mismo en la copa, y cuando aún no salía del asombro de su descubrimiento, de la sensación de triunfo por haberse visto y la tristeza por haber tardado tanto… darse cuenta de que todo lo que él sabía del vino y del arte de beber, no era más que humo que ocultaba el valor de verse a sí mismo.

Fue entonces que miró a su alrededor, siguiendo el sonido de esa sonrisa.

Miró sin el afán de conquistar, algo tan trillado le sonaba que estaría de más. Miró sus ojos, sabiendo que quizás no los volvería a ver. Esos oscuros ojos anónimos que hablaban aún sin hablar, que daban brillo a un rostro que quizás olvidaría al dormir. Simplemente los miraba tratando de extraer lo más posible de aquella esquiva mirada.

Volvió a su copa y miró el rojo de aquellas lejanas uvas que ahora estaban ante él. Tomó la copa por su talle y tomó su resto… o mejor dicho, lo besó, un beso puro… sin rostro, sin condiciones, sin deberes ni pretensiones… se levantó y se fue caminando calle abajo, como deslizándose sobre las hojas que el invierno había dejado caer en la calle. Se fue perdiendo en las sombras lentamente, sin dejar rastro, poco a poco, de la misma manera que los últimos rastros de alcohol se evaporaban de su copa, en aquella barra en la penumbra.

Sunday, September 24, 2006

Breves nacidos en el sur...

Hace unas semanas estaba en otra tierra, con otras gentes y otro andar... pero mi corazón era el mismo que hoy late aquí dentro de mi, y el alma, mi alma era la misma que nutre y se alimenta de mi... he aquí tres muestras...

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Aquí de nuevo, lejos de casa y cerca de mi. Un breve alto en mi camino, una pausa en este incesante trajín. Pensamientos que reconozco y que son como los cometas que surcan el manto estelar.

Una tierra nueva enmarca viejos sentimientos:
Libertad y nostalgia,
Aventura y sinsabor,
Logro y el deseo de regresar,
Pertenencia y desapego.

Y aquí surge un deseo o una idea que descubro clavada en mi alma, y a la cual no tengo intención alguna ni siquiera de nombrar, porque es posible que tan solo con susurrarla, la pudiera espantar y no la pudiera mirar. Y no! no, no es el amor, ese es un escurridizo polizonte en mi andar,

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Por que tan rápido preciosa? Temes que tu belleza se te adelante y que te alcance tu vejez? O es acaso que quieres esquivar mis miradas y las otros tantos soñadores como yo?
Prometo no robarte, no ultrajarte. En mis sueños siempre estas tu de acuerdo en ese primer beso y lo que sigue después.

En mis pupilas brilla tu tez.

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"Adoro este café, como mantiene su calor aun en este frío cordobés
Me descubro hoy en paz y sereno,
En mi modo y mi andar
Así como el amor me elude, la nostalgia me acompaña...
Pero ni el uno esta perdido ni la otra es una carga,
Ambos son parte de la misma mesa que hoy tengo ante mí.
Y su sabor, igual deleita mi paladar, una vez como entremés,
otra como el postre y alguna otra como el plato principal,

Nada sobra, nada falta, solo hay que tener paciencia para saberlos acomodar.
Un dia como almuerzo, otro como tentempié y otros para cenar"

Thursday, September 21, 2006

Desatinos... diria una amiga. Crisol de un alma...diria yo.

En la intriga de un dia que termina, ahí estaba el ahora. Como en aquellos otros días en que su alma deambulaba libre, fuera de si. Desapegada de todo sabor y color. Mas ahora en su alma se intuía una extraña sensación de fascinación. De ensoñación.

Los días pasaban casi sin hacerse notar. Los eventos se sucedían uno tras otro, sin alarde y si con algo de angustia, o mas que angustia, incertidumbre.

Ni el mismo atinaba una conclusión. Había varios cabos sueltos y su vida parecía enredarse ante una marea de situaciones que parecían no querer detenerse para permitirle pensar en un “mejor camino” o “una acertada decisión”.

Pero ante la incertidumbre de la vida el mejor remedio es la misma incertidumbre. La “no decisión” dirían los filósofos. Negativo y negativo hacen positivo, dirían los físicos, o menos con menos hacen un mas, argumentarían los matemáticos.

Siempre regresaba a la misma imagen del camino. Ya no pensaba en el caminante. Esa figura había existido en sus años mozos. El camino, la vereda eterna que no exigía ni un origen ni un destino. Ahora la existencia era el “ser”. El vivir a cada paso. Sin soltar, sin dejar. Comprimir en un respiro una vida entera. Como el fumador que se entrega en cada succión de tabaco para simplemente consumir el cigarro.

Cuando pensaba en su propia vida, en sus deberes y quehaceres, se perdía en la invención de los finales y los trayectos, simplemente para regresar al mismo punto en donde su propio pensamiento se había iniciado. Pero hoy sabía que el pensamiento no es tal, sino esta cubierto por una capa de sentimiento. Hombre no es aquel que llega a construir el mejor argumento ante un gran jurado si es que antes no lo ha sentido realmente en si mismo.

Ahora la vida no era una sucesión de eventos que aquilatar. La vida es ese algo que a cada suspiro se va yendo. Sin ser tragedia, sin ser algo irremediable. Simplemente un hecho que es la razón misma de dar un paso después del otro. La vida es un cheque que él va cobrando centavo a centavo y cuyos fondos son finitos. No será juzgado por acabarse o no ese fondo, nadie ha de juzgar, sino el mismo, al final.

Y hoy en esa noche, nuevamente a solas consigo mismo, se daba cuenta de que no era preciso estar junto a alguien para ser quien era. La misma naturaleza le impulsaba a estar cerca pero a la vez ser el mismo. Como los planetas en todo rincón del universo. Siempre se estarán atrayendo uno al otro, pero con la consigna de no acercarse del todo porque sino dejarían de ser ellos mismos y con todo y un espectáculo de luz, desertarían a ser lo que son.

La misión, ahora lo veía, era ser atracción y repulsión. Y en esa ecuación, ser un catalizador, un productor de movimiento que a todo aquel que se acercara, le hiciera girar. Le hiciera dar un giro retrógrado o un impulso hacia su propio infinito. Eso no dependía enteramente de él.

Aun así su alma, como lama a la orilla del río, buscaba incansablemente esa otra orilla del río. Para poder sentir el agua toda. Para poder reír junto con las rocas, junto con el agua que en ese momento es río y después ya no. Para gozar en ese fugaz instante de la eternidad, de la belleza de compartir un segundo de vida, una gota de la infinidad.

Porque se sabia único he irrepetible, y sabia que única e irrepetible era esa otra alma en la otra orilla. Y que en ese infinito deambular entre un parpadeo y otro, la vida se vertía en un orgasmo de placer. En un gran destello de gozo perpetuado a lo largo de un segundo que no era mas que una faz de la inmensidad.

Wednesday, September 20, 2006

Vida


Cuando en un mismo lugar se conjugan, un valle, los arboles, un túmulo de rocas, las nubes que se despegan de la montaña y un cielo que reclama su espacio... eso es vida.

Monday, September 18, 2006

Una noche mas...

Aqui, en casa solo. Pudiera sonar depresivo, pero no lo siento asi. Es mas bien una noche de nostalgia, escuchando musica ochentera. Despues de un dia que dio mas de lo que yo hubiera esperado al iniciar.

Quizas ese es el truco, no escribir el guion desde un inicio y estar atento a las marcaciones de los apuntadores que a cada momento puede uno toparse a lo largo del dia. Asi fue hoy.

Arrancando

Este es el inicio de esto, a donde llegara? no se.
Pero bueno, a cada dia creo que no esta mal tener este espacio.
De inicio no estaba convencido, y veia algunos puntos en contra, pero en fin, en este mundo estamos por un rato, y mejor aprovechar lo que se tiene al alcance antes de que se vaya demasiado lejos.