Aquí voy, escuchando “White Sand” mientras ruedo nuevamente hacia la cima, escucho, entre las notas electrónicas y los cantos marinos, el latir de mi propio corazón. Aún cerrando los ojos veo el camino de tierra y piedras que me guía. Sonrío entre el polvo y el sol del medio dia, que me lucha con el frío viento de invierno por acariciar mi piel.
Continúo ascendiendo a mi destino de hoy, tan nuevo y a la vez tan conocido como la última vez. Sigue igual y no es el mismo, así como hoy también yo soy el mismo y a la vez soy tan diferente.
Y sigo pedaleando, siento las agujas que se incrustan en mis muslos gritándome que estoy vivo, el sudor que saboreo y la arena del camino me transportan a un mar que existió, y que por cuya sima hoy estoy rodando.
Y aquí es que llego, arrancando de mis ligamentos, de mis tendones aún mas esfuerzo, un bombeo más para impulsar otro sorbo de sangre a mis extremidades, jalando aire hasta crear un vacío a mi alrededor, en donde solo estoy yo, con mi alma y mi creador, en donde yo soy uno con el metal y el hule, y en el viento me desvanezco, y por un instante toco el cielo y regreso, como esas veces que paso a tu lado.
No comments:
Post a Comment