Friday, October 06, 2006

Rodando

Rodando cuesta abajo, iban abriéndose paso entre los árboles y los arbustos que crecían casi casi sobre el mismo camino. Solo se escuchaba el rozar de las llantas con la tierra, las hojas asi como el bufido de alguno de los tres, al momento de tomar aire o cuando habia un rebote no programado cuando su bici pisaba una piedra o protuberancia del camino o pegaba con alguna de las ramas de los árboles que les escoltaban por la bajada...

El espinazo del diablo, una ruta extrema, rápida, no muy peligrosa siempre y cuando no perdieras la vertical en el momento en que tuvieran una caída de 20 metros a ambos lados de la vereda. Pero generalmente uno pasa lo suficientemente rápido para no darse cuenta de eso.

Velocidad, las curvas, el manejo, la adrenalina disparada… eso era la ciruela del pastel, despues de una subida de una hora hasta la torre Planillas, esta bajada le da un sabor azucarado al sudor y el cansancio se hace un lado para concentrarse en no caer o salirse del camino para terminar en el tronco de algún árbol. Asi iban bajando hasta que la bici de Fer dijo: "Ya no mas", se le tronó el cambio trasero, no habia como llevar movimiento de los pedales a las llantas. Pero eso era problema, ya habían salido del espinazo y buena parte del trayecto faltante era de bajada. Así que aun sin pedales, la gravedad y el remolque de los otros dos, le ayudarian a completar el recorrido.

Tomaron otra ruta, podría decirse la de los surcos. “Topes” que transversalmente cruzaban la pendiente que tomaron, lentamente, por tratarse de un camino nuevo.

Mas como suele suceder, yendo lento es cuando hay mas propensión hay a caer, era una maxima empirica pero comprobable… por lo menos en ese dia le sucedio al Ro, Rogelio, Roger, Roy, Roge, como fuera, igual cayó….

- mmm, ese surco es como en el que se cayó Os…..caaaar… uffffff!

Llanta delantera se atorada, empuje horizontal permutado por apalancamiento de la bicicleta, catapulta y él proyectado por encima del manubrio hasta donde la tierra, sonriente, como quien ve su plan cumplido, le esperaba con los brazos abiertos, para colmarle de polvo, arañazos, golpes y una expulsión de aire a presión, toda una fiesta de re-encuentro!!!!

Como me gusta rodar!!!

1 comment:

ac said...

Esos costalazos tan amenos... yo no me acuerdo cómo fue la última vez que me cai andando en bici... ah! sí.. fue en el mirador de la carretera a Zacatecas... íbamos bajando rapidísimo, y mi rueda alcanzó a tocar la de mi papá, que venía adelante de mi, me descontrolé y * puffff * suelo. Sólo que tú caíste en tierrita, y yo en asfalto :S